Kun Kamp, juegos y caballos
Georgina Melo y Deni Bibiana
El curso de verano Kun Kamp nació hace cuatro años debido al interés de las instructoras Bibiana Villaseñor y Georgina Melo, por ofrecer a los pequeños no sólo clases de equitación durante esta temporada del año, sino también para brindarles un lugar donde pudieran disfrutar de otras actividades y que no sólo se tratara de un curso de equitación, para hacerles descubrir que son capaces de desarrollar otras habilidades.
Catalina Rodríguez
En entrevista con Bibiana, nos explicó que aunque la actividad principal es montar, también tienen un taller de tiro con arco, artes plásticas y lo que más les gusta a los niños, aseguró, son los rallys y las “búsquedas del tesoro”, mediante las cuales los pequeños se encargan de descifrar cuál es el tema de la semana, del que se desprenden diversos juegos y retos.
Fernanda Terrazas
Además nos platicó que hay días en los que llevan un animal al curso, para que los alumnos puedan convivir con él y aprender un poco de los cuidados que se les deben dar, actividad que emociona mucho a los menores, pues crean lazos de amor con la naturaleza y el medio ambiente.
Macarena Perochena y Regina Terrazas
De esta forma, cada semana, de las cinco que dura el curso, las instructoras nos aseguraron que los niños se empeñan en dar lo mejor de sí, pues los viernes invitan a sus papás para ofrecerles una demostración de lo que han aprendido a lo largo del tiempo, donde dejan ver los valores que les inculcaron en los talleres, como ser cooperativos, trabajar en equipo, honestidad y el cuidado a la naturaleza.
Casandra Flores
Tony y Kali Camil inculcan el amor a la naturaleza en Green Kidz
Kali y Tony Camil
Quienes se estrenaron este año en el ámbito de summer camps son Tony Camil y su hija Kali, pues crearon un curso de dos semanas en donde recibieron a pequeños en su rancho para ofrecerles actividades divertidas pero cada una de ellas con el objetivo principal de crearles conciencia acerca de los problemas ambientales que enfrenta el planeta y hacerles saber que es necesario su “granito de arena” para ayudar.
Antonia Mayer
El motivo principal que llevó a Kali a realizar este proyecto, nos contó, fue su gran pasión por la naturaleza, la cual ha sido de toda la vida, no obstante además de que le encantan los animales, nos aseguró que adora a los niños y que inclusive su gran logro en la vida ha sido convertirse en mamá, así que el amor por ambos la hizo creer en esta iniciativa.
Ana Sofía
En este sentido,sus actividades consisten en clases donde enseñan los cuidados que requieren los caballos, les explican cómo deben montarlos, además de que cuentan con un taller de hortaliza en el que pudieron sembrar ejotes, frijoles, zanahoria, etcétera; tienen la labor de cuidar del gallinero aprendiendo cómo es que llegan los huevos a su mesa, lecciones de arte y hasta una vez por semana disfrutan de “El héroe del día”, donde llevan un animal exótico para hablarles de sus características y ofrecerles la oportunidad de convivir con él.
Alexia
De esta manera, Tony nos explicó: “Nos hemos dado cuenta que hay dos tipos de niños: los de campo que están cómodos en este lugar y los de ciudad que no han tenido la oportunidad de convivir con la naturaleza y éstos crean una mejor relación con ella, lo cual es muy importante, pues además estos últimos pequeños tienen una tendencia de miedo a tocar el pasto, el perro, el caballo y hasta el lodo, así que también les creamos seguridad”.
Paco
Además afirmaron que con un horario de 9:00 a las 14:00 horas, los niños llegan felices a sus casas, por lo que los papás les llaman al terminar el día para agradecerles su labor, afirmando que tienen una respuesta muy positiva ante todo lo aprendido, lo cual las animó a decidir que quieren llevar a cabo este evento durante los próximos años, alargándolo a cuatro semanas y convertirlo en “sleep over”.
María Paulina
Fran Covarrubias y Ceci Ponce ofrecen diversión en Reto Terra
Francisco Covarrubias, Cecilia Ponce, Celeste y León
Con el fin de dar a conocer un poco de sus experiencias y darles la oportunidad a los niños de vivir retos similares a los que ellos pasaron, Ceci Ponce y Francisco Covarrubias, ambos ganadores del reality show La Isla 2013 y 2014 respectivamente, llevaron a cabo por segundo año consecutivo su curso de verano llamado Reto Terra, en Atlixco, Puebla, dentro de El Club Campestre El Cristo, donde los pequeños disfrutan de su verano entre juegos y valores.
Brenda
Con cuatro semanas de duración, en un horario de 9:00 a 14:00 horas, el summer camp tiene como finalidad inculcarle a los menores, valores respecto a la naturaleza y la integración, donde ellos puedan trabajar en áreas como colaboración, respeto, reconocer las habilidades y fortalezas de los otros y las propias, así como identificar los puntos en los que es necesario un mayor esfuerzo.
Valentina, Eduardo, Jimena y Victoria
Acerca de las actividades que imparten, el instructor de yoga nos comentó que por las mañanas tienen momentos de esparcimiento en la alberca, para después hacer ejercicio físico por medio de juegos, donde tienen rutinas de alto rendimiento sin que ellos se den cuenta, pues todo lo hacen como diversión, también hay un momento para comer un lunch balanceado, para por último ponerles retos en los que tienen que trabajar como equipo.
Sofía
Desde el inicio del curso, los instructores asignan a cada niño en uno de los cuatro grupos nombrados como “Fuego”, “Tierra”, “Aire” y “Agua”, dentro de los cuales los pequeños juegan sumando puntos para su equipo y al final de la temporada crean una actividad grande en la que se define cuál es el grupo ganador. Esto, afirman ambos coaches, los motiva a dar lo mejor de sí en cada día y los compromete con el resto de sus compañeros.
Emilio
“Nos hemos sorprendido día con día, pues los niños te dan mucha retroalimentación, todos acaban felices, compenetradísimos en el juego, uniendo esfuerzos, con valores que se trabajan en este marco pero de manera sutil, sin tenerle que explicar nada pues ellos mismos viven y hacen que se dé el trabajo en equipo”, dijo la actriz.
Paola y Jimena
Por su parte, el instructor dijo: “En una semana nos damos cuenta de cómo cambian los niños, sobre todo en la parte de adaptación de edades, de la tolerancia, el respeto y el cuidado. Tenemos un ambiente muy relajado pues tenemos un equipo de trabajo que se integra por maestros, una franja de hermanos mayores que son chavos de 15 y 16 años los cuales colaboran y nosotros dos. Es muy padre ver cómo los asistentes mayores desde un inicio cuidan a los menores y conviven todo el tiempo sin ningún problema y pese a la diferencia de edades”.
Ernesto