Dentro de los misterios de la vida de Aretha Franklin se encuentran las circunstancias en las que tuvo a sus cuatro hijos, en especial a los dos primeros, que tuvo a los 12 y 14 años, respectivamente. Ahora ellos, tras la lamentable muerte de su madre, son los posibles herederos de la diva del soul.
Aretha Franklin, junio 1979. (Foto: Archivo El Universal)
Uno de los principales factibles herederos es Clarence Franklin, el hijo mayor de Aretha, quien nació cuando ella apenas tenía 12 años, el 28 de marzo de 1956. Su nacimiento se vio envuelto en rumores sobre quién era el padre. Incluso se llegó a decir que el propio padre de la cantante, el pastor CL Franklin, había embarazado a su hija.
Aretha Franklin, her son, Clarence, and Stevie Wonder... pic.twitter.com/yY5fNDHcON
— Larry Cooper (@coopah) 2 de junio de 2016
No obstante, se creía que el verdadero padre era Donald Burke, un compañero de la escuela de Aretha, quien nunca confirmó nada. Debido a sus deseos de impulsar su carrera musical, Clarence se quedó a cargo de “Big Mama”, abuela de la cantante.
Al igual que Clarence, el segundo hijo de Aretha, Edward Franklin, recibió su apellido. Nunca se supo más de su padre. A ninguno de los dos les interesó incursionar en la industria musical, pero en una entrevista llegaron a admitir que les hubiera gustado salir en un álbum familiar.
Aretha Franklin con Edward Franklin y William Wilkerson, febrero 2014. (Foto: Reuters)
Por su parte, los dos hijos menores de Aretha: Kecalf Cunningham y Ted White Jr, siguieron los pasos de su aclamada madre. El primero es un rapero cristiano y el segundo acompañaba a la cantante como guitarrista en sus presentaciones. Continúa leyendo: Aretha Franklin y el fin de una era en la música
Flores y tributos a Aretha Franklin en Hollywood, agosto 2018. (Foto: AFP)