Si alguien se ha caracterizado por un buen sentido del humor y por reirse de sí misma, esa ha sido Jennifer Lawrence, quien se ha robado el corazón de sus seguidores por sus bromas y su forma de ser , pero en esta ocasión se llevó los reflectores por no solo por lucir guapísima en la 90 edición de los Premios Oscar, sino también por su manera desenfadada de pasearse por las butacas del teatro.
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Su entrada a los Oscar comenzó como solo Jennifer Lawrence lo sabe hacer, con bromas en la alfombra roja y poses exageradas frente a los fotógrafos, pero lo que sorprendió a todos e incluso fue causa de críticas fue su comportamiento dentro del Dolby Theatre pues con una copa de vino blanco en mano, se dedicó a ser la más sociable de los asistentes.
Sin soltar su bebida, Jennifer Lawrence saltó de butaca en butaca para saludar a quienes se encontraba a su paso y de manera efusiva, las cámaras la captaron platicando con sus colegas, quienes acostumbrados al buen humor de J-Law no se extrañaron de su comportamiento.
Sin duda, Jennifer Lawrence siempre da de qué hablar por su forma de ser, pero en esta ocasión le llovieron los comentarios en lo que seguramente serán sus últimos Oscar en algún tiempo, pues se retirará temporalmente de las cámaras para trabajar con Represent Us, una organización para acabar con la corrupción del gobierno de los Estados Unidos.
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