Aunque la ganadora del certamen máximo de belleza Miss Universo fue Iris Mitternaere de nacionalidad francesa, la mujer que robó miradas toda la noche de la coronación fue Siera Bearchell, la canadiense que retó los estrictos y banales estándares de belleza.
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Siera Bearchell modeló en bikini igual que las otras concursantes de Miss Universo; pero lo que la hizo diferente de las otras mujeres que competían por ser la mujer más bella del planeta, es que Siera fue sólo ella misma; sin etiquetas, sin tabú.
Siera desfiló con una figura que no es precisamente la de la mujer extra delgada; ella mostró sus curvas con una sonrisa. Además cuando fue cuestionada por la situación, ella fue directa:
‘¿Cómo se siente ser más grande que las demás delegadas?' Esto fue lo que me preguntaron en una conferencia de prensa. Me quedé sin palabras. Y pensé, ‘¿cómo se siente ser yo misma?, ¿qué se siente ser así de segura como lo soy?, ¿cómo se siente cumplir mi sueño de representar a Canadá en Miss Universo?, ¿cómo se siente ser un modelo a seguir para las mujeres jóvenes que tratan de encontrar su camino?, ¿cómo se siente redefinir la belleza?' Mi respuesta fue: ‘Se siente muy bien'.
Así es como esta mujer no se inmutó con la serie de críticas que le llovieron debido a su “exceso” de curvas para competir para Miss Universo, todo lo contrario, ella ve este concurso como una posibilidad de mostrar a las niñas del futuro, nuevas armas que las ayuden a ser ellas mismas, y desarrollarse en todos los posibles caminos que hay para tomar en este mundo.
Lo que nos hace vibrar es la determinación de Siera Bearchell, la estudiante de leyes más hermosa de Canadá y que además de ser bella por fuera, tiene bellos sentimientos y sobre todo una mente brillante.
